En El Yo, Místico, Joel Goldsmith revela, en lenguaje actual, aquello que Jesús mostrara al mundo – que existe un “yo” humano, y un “Yo”, que es el Hijo de Dios. Jesús dijo: “Yo, nada puedo por mí mismo”, y ésa, es la verdad acerca del yo humano. Pero como “El Yo”, que es Hijo de Dios, el Maestro dio a conocer: “El Yo, soy el camino, la verdad y la vida”. El Yo, Místico, les proporciona a los lectores, la totalidad de este mensaje relevante y actual de El Cristo. Goldsmith nos muestra que este “Yo, Hijo de Dios”, es el Yo que “está a la puerta y toca” dentro de todos y cada uno de nosotros, esperando atención y reconocimiento. Durante siglos, esta profunda verdad ha sido mantenida velada, nos dice Goldsmith, al venerar a quien revela la Palabra de Dios, en lugar de atender a El Yo que mora dentro de cada uno de nosotros. Como resultado de lo anterior, hemos perdido contacto con este Yo verdadero; y ésa, es la causa de todos nuestros problemas.
El Yo, Místico, responde la antigua pregunta acerca de cómo alcanzar la unicidad con El Yo que verdaderamente somos, con Aquello que nos conforma. Goldsmith escribe: “Cuando ustedes abran la puerta de su conciencia y admitan a El Yo, entonces encontrarán la Presencia – al principio lenta y gradualmente, porque ninguno de nosotros podemos asimilar todo de un salto – pero verán cómo la Presencia fluye desde ustedes en las formas necesarias para su experiencia cotidiana”. Goldsmith alienta al lector a estar receptivo y a atender a la “vocecita callada” de Dios, así como a resguardarla secretamente en la conciencia, hasta que surja libre y plenamente. Entonces, nos dice Joel, ustedes serán capaces de escuchar: “El Yo, en medio de ti, soy Dios”.
El Yo, Místico, constituye un regalo maravilloso que será apreciado por todos aquellos que deseen ahondar en las profundidades de la conciencia espiritual.
[Nota: El Yo, Místico, constituye la colección de las Cartas de El Camino Infinito, para el año 1966]