Se han escrito muchos libros sobre la oración interior, o meditación, pero la obra clásica de Joel Goldsmith, El Arte de la Meditación, ilustra la meditación, no solo como una teoría, sino como la experiencia directa de vivencias jubilosas y gratificantes.  El libro comienza con estas palabras: “Muchos hombres y mujeres estan convencidos de que existe un Poder divino que obra en los asuntos de la humanidad, pero no están seguros de lo que ese Poder es, ni saben como experimentarlo en sus vivencias diarias”   En El Arte de la Meditación, Goldsmith le muestra al lector la manera de lograr todo eso, a través de la meditación.

Goldsmith dice que en general, el mundo no conoce a Dios como Poder y Presencia reales, con las cuales somos uno. Si se tuviera ese conocimiento, desaparecerían de la Tierra;  la angustia, las guerras, el pecado y la muerte.  Pero él nos dice que individualmente, podemos interesarnos por conocer la naturaleza de Dios y hacer contacto con esa Presencia. El escribe:  “El Cristo enterrado en la tumba de la mente, no podrá aparecer y obrar, pero el Cristo resucitado en nuestra conciencia, el Cristo que sale de la tumba a través de la meditación y la communión- es el autor de los milagros de los siglos.” El Arte de la Meditación explica como esa Presencia interior, también llamada “el Cristo,” puede ser descubierta y al hacerlo, se podrán experimentar sus obras cada dia de nuestras vidas.

Mientras que mucha gente ora con el propósito de adquirir algo, Goldsmith explica que debemos entrar en meditación sin motivos alteriores:  “Cualquier meditación que contenga aunque sea un rasgo de deseo por obtener algo de Dios, o de adquirir algo a través de Dios, ya no es meditación.” La meditación para Goldsmith, consiste en un enfoque hacia el interior para poder escuchar la voz divina. De esa manera, en algún momento, dentro de esa calma, con el pensamiento en quietud total y con el sonido del vivir humanamente silenciado, nos llega la experiencia de Dios.

El Arte de la Meditación instruye al lector en como poner en marcha la hermosa práctica de la meditación diaria.  Goldsmith dice que el propósito de este libro es  “ayudar al estudiante a practicar el arte de la meditación para que la Palabra se enraice en el individuo de tal forma, que se pueda llegar a un darse cuenta real de lo que es, la vida en el Espiritu.” La meta consiste en alcanzar el estado de conciencia revelada por San Pablo:  “Ya no vivo yo; Cristo vive mi vida.” Es entonces que Dios aparece como la integridad, la abundancia, la armonía, la paz y la alegría en nuestra experiencia.

Además de ser uno de los mejores ejemplares de las obras de Goldsmith, El Arte de la Meditación es uno de los cuatro libros fundamentales de las enseñanzas del Camino Infinito.